Para variar, un poco de mi vida

Llevaba bastante tiempo sin poner nada en el blog, y sinceramente acabo de darme cuenta que tengo bastantes cosas de las que escribir. Hace un par de semanas fui a una conferencia muy interesante de un antropólogo, Arcadio Rojo, que nos habló de las diferencias entre culturas tradicionales y la cultura occidental y por qué ésta última no tiene por qué ser la mejor o la más avanzada (de hecho tengo un borrador de una entrada casi kilométrica en que explico con mayor precisión de qué hablaba y mis opiniones sobre el tema). Ayer fui al salón del cómic y para redondear hace apenas una semana que estoy aprendiendo a tocar la guitarra y a cada letra que tecleo con la mano izquierda me duele porque tengo las yemas de los dedos prácticamente amoratadas.

Pero todo a su tiempo, hoy para variar hablaré un poco de mi vida. Cuando abrí este blog mi intención era que éste fuera un sitio donde simplemente iría poniendo relatos y reflexiones propias, quizá esta es una de las razones por las que la gente no me lee demasiado, aunque sí que es cierto que recibo unas diez visitas diarias que sinceramente encuentro que no está tan mal. Pero después de meditarlo durante casi quince segundos he decidido romper mi voto de anonimato para que me conozcáis, sobre todo vosotras, que estoy soltero (joer, ya parezco Hugo, intentando ligar desde el blog).

Bueno, a lo que iba. El viernes como ya he dicho fui al salón del cómic de Barcelona. Un lugar muy entretenido lleno de frikaditas como la de la foto.


Había otras muchas frikadas, como la portada de El Jueves que censuraron o una exposición sobre efectos especiales con material de DDT, la empresa que se dedicó a los efectos de, entre otras, Hellboy o El laberinto del fauno.



Pero - aaaah -, ¿qué sería de este tipo de exposiciones sin las modelos que se esfuerzan con escasos resultados en que gracias a su atractivo compremos el producto anunciado? No es que hubiera muchas, había una a lo Indiana Jones, otra que anunciaba Hellboy, una que iba disfrazada de Lamu y otra que iba de Supergirl. Con el pretexto de no salir a solas en frente del ataud del pobre Superman (ahora venden un recopilatorio de los números que salieron a principios de los noventa en que el hombre de acero moría a manos de un tal Juicio Final y resucitaba para poder salvar a la humanidad) me hice una foto con ella, al final no salió el ataúd, pero... ¿qué importa?


Ahora mirando la foto me acabo de dar cuenta que parece casi una niña, o en la foto parece más joven o es que mi memoria empieza a fallar. Si en vez de medir 1,60 hubiese medido como yo habría parecido mucho más mayor, eso seguro.

Y bueno, no sólo de fotos varias vive el visitante del Salón del Cómic, no. Cuando te venden la entrada te dicen que con cada entrada te regalan un cómic, el cual no puedes ni siquiera elegir. Y cuál fue mi sorpresa cuando me enteré de que no sólo te dejaban elegir si no que encima podías coger tantos como quisieras. Os podéis imaginar cómo estaba de gente deseosa de coger todos y cada uno de los cómics, de las peleas que había que hacer para poder conseguir uno del que hubiesen sacado apenas diez ejemplares. Como llevo un tiempo deseando iniciarme en el mundo del cómic americano, no cogí ningún manga - de todas maneras lo único que me interesaba de lo que había era bleach y ya tengo todos los cómics hasta el 22 - y me dediqué a coger cómics de Spiderman. Al final me llevé un total de 20, aunque con el frenesí de los cómics gratis cogí cuatro repetidos, pero bueno, los regalé y sin rencores. Lo bueno fue cuando una vez los cogí todos me di cuenta de que había cogido 80€ en cómics y me los habían regalado aposta. Me pregunto qué estrategia de márketing siguen para regalar tantos; quizá quieren que la gente se vicie para que luego se vean - nos veamos - obligados moralmente a seguir la serie.

Y con esto ya está todo, os prometo que la siguiente entrada será tan aburrida como siempre. Es que me 'autosatisfacía' como varón casi adulto el hecho de daros un poco de envidia por el hecho de haber ido al salón del cómic y vosotros, míseros mortales, no - mayoritariamente, claro.

Comentarios

Jill ha dicho que…
Es una técnica para enganchar, sobretodo si los cómics son de Marvel, ya que el universo de esa editorial es inmensamente extenso y está cruelmente entrelazado.

Pongamos el ejemplo de la saga de Civil War: es imposible seguir a un sólo personaje sin acabarte comprando la infinidad de miniseries para cada personaje, ya que sino no te enteras de nada. T_T

Mucha suerte en el círculo vicioso que te acabas de meter. :_D
Maria Mari ha dicho que…
que desilusión... te imaginaba mucho mas guapo :(
Demóstenes ha dicho que…
Jill: Sí, ya me estoy empezado a viciar y ya me estoy bajando cómics por internete, de aquí a comprarlos sólo hay un paso. Malditas estrategias de marketing efectivafs xD

L'Aamant: Vete al carajo!! xD
Hugo ha dicho que…
eres un mamón que lo sepas... guapo!

tienes pinta de machote, ve al barrio gey jeje
Anónimo ha dicho que…
Gracias por comprarme un fanzine *w* Te estaré eternamente agradecida ^^

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