Lo que significa ser un hombre en el siglo XXI
Muchos problemas que nos autoimponemos provienen de la ruptura de nuestros esquemas, nuestros valores morales. Lo que siempre hemos creído que era correcto y ético puede cambiar de golpe o simplemente darnos una bofetada por un cambio paradigmático. Las ejecuciones públicas que ocurrían no tanto tiempo atrás eran un acontecimiento esperado que hoy en día nos dejaría con pesadillas a la mayoría, los traumas a veces son algo relativo a lo que creemos que es correcto.
Durante las últimas décadas, las mujeres han conseguido avanzar poco a poco en la equiparación de sus derechos al de los hombres. Soy consciente de que aún queda camino por recorrer, Roma no se construyó en un día y dudo que los géneros sean realmente iguales en esta generación. Pero con esta toma de control de roles que clásicamente se asignaban al hombre, da la impresión de que la masculinidad se ha visto afectada, igual que también la feminidad, de la que no hablaré aquí. Algunos hombres parece que se sienten presionados para comportarse de una manera con la cual luego no sienten tener éxito.
En una charla que presencié de Marcos Vázquez en el Summit Paleo, se habló indirectamente del tema. ¿Qué rasgos de carácter provienen de nuestros genes? ¿Dónde se encuentran las diferencias genéticas entre hombres y mujeres que hacen que unos sean de Marte y las otras de Venus? Es un tema al que he dado vueltas estos días, qué implicaciones morales tendría, si sería mejor partir de nuestras diferencias para jugar a la vida conociendo las reglas, o si sería mejor obviarlas y tratar a todo el mundo con igual porque los genes no pueden marcar hasta tal punto nuestro carácter.
Respecto a la masculinidad hay una corriente de hombres que tratan de recuperar lo que significa ser un hombre. Conceptos perdidos en los 70 como el honor, el concepto de proveer para tu familia, de querer y educar a tus hijos, ser ser culto y astuto, de ser lo suficientemente fuerte como para proteger a tus seres queridos **. No tengo claro hasta qué punto son reminiscencias machistas, del hombre protector en una sociedad en la que protege más un spray de pimienta que un músculo hinchado. ¿Es nuestro homo sapiens interior tratando de recordarnos que no somos más que monos con un cerebro anormalmente grande? Aún así, aún respetando la mujer femenina que es mi esposa, no puedo evitar pensar en que prefiero crecer siendo un Don Draper, que siendo otro hombre que siente que se escapa el mundo por entre sus manos.
** No hay que confundir con los movimientos que promueven los derechos de los hombres, eso es estúpido
** No hay que confundir con los movimientos que promueven los derechos de los hombres, eso es estúpido
Comentarios
En materia de derechos, hombres y mujeres deberían ser tratados con igualdad, eso no lo discutiré; sin embargo hombres y mujeres vivimos distintos roles sociales. Los humanos somos los animales que nacemos más dependientes de una enseñanza externa y simbólica; a diferencia de muchos animales que tienen aplicada en sus rasgos genéticos una serie de patrones de comportamiento, los humanos dependemos siempre de aquello que se nos enseña en los primeros años de vida (pudiendo ser modificado a posteriori), y así la cultura es la que moldea nuestros distintos roles en la sociedad en la que nos ha tocado nacer; al menos así lo defienden varias corrientes de la antropología cultural, liderado por la obra de Clifford Geertz -como para citar a alguien-.
Nuestra sociedad ha sido de dominio patriarcal durante mucho tiempo y, si bien no creo que tengamos heredada una genética que imponga esa tendencia, creo que tenemos heredada un rasgo cultural que sí impone ciertos símbolos muy arraigados en nuestra forma de entender la sociedad: de ahí puede surgir por ejemplo la búsqueda de estos "valores macho" que mencionas. Hay ciertos detalles que sí parecen estar escritos en nuestra fisiología, que indican una distinción clara de tareas en el grupo, como es el ejemplo -que me encanta- del dedo anular: dependiendo del nivel de testosterona, el dedo anular crece más o menos, de forma que la mayoría de hombres tendrán el anular más largo que el índice, y al revés para las mujeres (para comprobarlo, levanta la mano en frente tuyo mirándote el dorso, y compara las alturas de índice y anular); la explicación más aceptada es que el hombre, durante muchos milenios, ha tenido tareas que han sido relacionadas con agarrar herramientas a fuerza -donde el anular ejerce junto con el meñique y el corazón la mayor presión-, ya sean toda clase de palos como lanzas, mazas o más adelante espadas, mientras que la mujer se ha encargado de tareas más meticulosas como la recolecta, trenzar o atar fibras o cuerdas, etc. en las que el dedo índice es mas apremiante para la manipulación.
Yo soy más de la opinión de que a través de la cultura y los roles sociales es como evoluciona nuestra forma de comprender nuestra sociedad, y estamos en una etapa un tanto convulsa en la que coinciden formas de pensar muy "del siglo pasado" conviviendo con otras formas de pensar muy "del siglo XXI". En cualquier caso, las generaciones más jóvenes -en términos generales- son más reacias a aceptar concepciones sexistas, racistas, clasistas, etc... es un poco como que está de moda criticar esas viejas desigualdades, y eso es bueno.
Cada uno en su ambiente tendrá ciertas diferencias dentro de su mismo genero; pero siempre con una ligera característica entre lo genéticamente hombre o mujer.. Incluso entre homosexuales o lesbianas he visto que sus rasgos siguen siendo de naturaleza genética, mujeres con empatía y hombres con agresividad, mujeres con ternura y hombres territoriales (protectores). No quiero decir que una mujer no pueda proteger, pero el hombre le es natural poner atención en este aspecto de forma instintiva.
De ahí sostengo que femenismo es a femeneidad y humanismo como equidad en sus respectivas visiones de bienestar.Posiblemente alguien quiera rebatirlo.. Si acaso una mujer necesita o desea tomar un rol mas masculino o viceversa; lo puede hacer pero a base de voluntad, no de forma natural. No hay mucha diferencia al final; pero si he visto que llega a provocar un sentimiento de fatiga o enfado inconsciente como el mama-papa o la hermana-papa-mama.. o el profesionista en ambientes masculino o viceversa...que en algún momento llegan a comentarlo a veces de manera inconsciente.
- Siendo alguien que gusta de filosofía pero que sabe que del gusto al conocimiento hay un abismo.... he reflexionado simepre al final de estos temas.... las personas que califican su vida con alegría o desarrollo humano profundo; expresan su felicidad por tener las mismas oportunidad, pero disfrutando las diferencias de un roll femenino o masculino... el estar peleado en los conceptos.. me impediría sentirme complacido con la simple oportunidad de vivir y disfrutar estar en mi aquí y ahora.
- Y para el aspecto de situación mundial.. infundir en mi hijo que respete el rol que cada uno quiera tener en esta vida...siempre sosteniendo el amor y la compasión, porque el rechazo o el reprimirlo es lo que trae odio. Y el amor es mas necesario... incluso que la igualdad, porque ya vimos, la igualdad es relativa,; pero el amor.. es universal y necesario. :-P