Lentitud burocrática y privatización

Supongamos que un día por la razón que sea, nos vemos con la necesidad de realizar una acción simple pero poco común para nosotros, como por ejemplo hacer una fotografía paisajística de un entorno natural.

De esta manera tendríamos:


No tengo ni idea de si para hacer una foto es necesario pedir permiso al ayuntamiento, pero creo que os hacéis a la idea. Y aquí está tremendamente simplificado, porque un proceso tan "sencillo" como el de traer los papeles necesarios, teniendo en cuenta que las oficinas estatales están bien informatizadas, debería implicar finalmente la concesión del permiso/ayuda/certificado.

Pero no es así, la burocracia involucrada ralentiza los procesos más sencillos de manera que infinitas personas comprueban que todo está correcto cuando desde el principio ya ha habido alguien que lo ha hecho. Así, quien te tramita los papeles, lo único que hace es enviárselos a quien realmente los comprueba, que luego los remite a quien una vez comprobado acepta el trámite que es tan sólo un vicesecretario que prepara el montoncito de papeles para que quien realmente tiene poderes ponga la firma para conceder la petición. Una vez hecho esto, el papeleo ha de volver a pasar por toda una maquinaria burocrática hasta que es devuelto al pobre ciudadano que ha tenido que esperar meses para algo que podría estar hecho sobradamente en dos días.

Y cuando lo que puede ser hecho en pocas horas, es realizado en meses es porque hay una grave carencia de organización. ¿Pero cómo conseguir reorganizar toda una maquinaria burocrática para hacerla más efectiva? No parece un problema sencillo, la concesión de poderes a empresas independientes resulta ser una de las más graves fuentes de corrupción. La informatización parece que tiene que ser la clave, una profunda sincronización de datos entre las distintas oficinas regionales, provinciales y nacionales también. ¿Cómo es posible que para pedir una ayuda económica te exijan llevar la declaración de la renta?

Eficiencia. Esa es la clave. Si puedes hacer algo en un paso, no lo hagas en dos. Si puedes hacer algo en horas, no lo hagas en meses. Es uno de los más graves problemas del ente público, y por eso es por lo que incluso buena parte de la izquierda se alegró ante la liberalización del mercado de telecomunicaciones. En el sector privado, para obtener beneficios hay que ser eficientes, pero en todo un estado lo importante es el resultado final, con lo que la eficiencia no resulta tan importante. Aunque ello está ligado a los beneficios que resulten para ellos, por eso para cambiarte de proveedor de internet basta una llamada, pero para darte de baja tienes que enviar un fax, en el mejor de los casos.

Un ejemplo curioso: Ahora los de la NASA están en pleno proceso de privatización, y uno de sus primeros grandes éxitos como ente privado fue la tremenda reducción de costes al investigar al respecto de unos tornillos que pasarían de costar aproximadamente 7 dólares cada uno a unos 15cts. Los que abogan por la ciencia en manos privadas, utilizan este ejemplo como estandarte (en otra ocasión, hablaré del tema con más calma).

El problema de las empresas públicas es que al no buscar beneficios, y resultar fácil exigir más dinero al estado, se va reduciendo la eficiencia. Casualmente esta falta de eficiencia se ve sobre todo cuando de dar dinero se trata. Ya hablé hace poco sobre lo que están tardando en darme una ayuda al pago del alquiler (llevan desde Noviembre), un compañero de trabajo que recibe dinero del estado mediante una beca FPI dice que algunos meses ha tenido que pedir dinero a sus padres porque no recibe su correspondiente dinero a veces hasta mediados de mes sin ninguna razón aparente.

Supongamos por un momento que se alzaran los infiernos, y que en la próxima legislatura el PP decidiera que el proceso de concesión de becas y ayudas fuera a parar a una gestoría privada que cobraría una comisión por hacerlo. El proceso se volvería mucho más rápido y eficiente, creando la falsa ilusión de que esta solución era la ideal.

Ahora permitidme el frikismo, pero la privatización de los organismos públicos para aumentar su eficiencia es como el Lado Oscuro de la Fuerza: Más rápido y fácil, pero no más poderoso. Los países democráticos tiene un problema grave, y es que los procesos burocráticos son lentos y tortuosos, y lo fácil es la gestión privada que debido a una selección natural es llevada por empresas con demostrada eficiencia que maximizan beneficios minimizando gastos inútiles.

Pero la solución pasa porque el ente público se modernice, se mueva como un mecanismo que es capaz de coordinarse sin necesidad de esperar durante meses. Y no nos dejemos engañar, la solución es esa y no pagar a alguien para que lo haga. Es como si el hijo intentara convencer a la madre de que la solución más eficiente es contratar a un electricista para colocar una bombilla, porque a él le da pereza ir a buscar la escalera que se encuentra en el trastero.

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Totalmente de acuerdo. En una empresa en la que entré haciendo páginas web, todas las webs que hacíamos tenían un esquema parecido, así que propuse que entre todos hicieramos una plantilla que pudiéramos reutilizar para cada web, pero como siempre entraban trabajos, nunca se hacía.
Como consecuencia, todas las webs las hacíamos desde 0 y por ende, cobrábamos más al cliente que si tuviéramos parte del trabajo hecho.

Entradas populares