Los 5 problemas de la docencia universitaria

El proyector de diapositivas es probablemente el gran símbolo de la mala docencia universitaria, aunque no creo que sea el peor problema existente

Hace tiempo que pensaba hablar del tema en el blog, porque hace tiempo que la idea me corroe por la mente. Las universidades están horriblemente organizadas desde el punto de vista docente. Es un hecho que la tasa de abandono en la etapa universitaria es muy alta, la mayoría de los estudiantes que empiezan una carrera no la van a terminar y lo más probable sea que abandonen en el primer o segundo curso, aunque probablemente si no lo hacen más adelante es porque no quieren sentir que los esfuerzos previos han sido inútiles.

Lo que me da rabia es que se achaque esa tasa de abandono a que es gente que no está lo suficientemente preparada o que no tiene nivel de compromiso. No negaré que hay casos semejantes, pero yo ahora estoy dando clases de laboratorio para los chavales de primeros cursos en clases de ciencias y puedo decir que en general noto a la gente con muchísimas ganas de aprender, y con un interés decreciente a medida que avanza el curso. No es que haya falta de interés, es que la universidad logra que la gente lo pierda.

La docencia universitaria no funciona, está mal planteada. Y no tiene nada que ver con planes Bolonia, planes antiguos o lo que sea, porque eso no es lo que afecta realmente. Lo que afecta es la gran falta de organización y la falta de interés de los profesores respecto al plan de estudios. Recuerdo por ejemplo que cuando hice el último curso de métodos matemáticos para físicos, no habíamos dado algo tan básico como los tensores (una especie de generalización de los vectores) y cuando le pregunté al profesor si sabía cuándo se daban me dijo que no tenía ni idea. ¿Cómo podía no saberlo? Es más, ¿cómo es posible que no se diera el formalismo tensorial de un modo serio cuando es tan importante? Así que he aquí el primer gran problema: Falta de organización y cohesión entre las asignaturas.

El segundo gran problema es que el profesor universitario normalmente es una persona bastante espabilada y con amplios conocimientos, es decir: El profesor no recuerda lo que es no saber de temas que él considera básicos. No sé en otras carreras, pero en física me harté de oír las palabras ”trivial” o ”esto lo demostráis en un segundo”, logrando sólo la frustración infinita del estudiante medio que quiere aprender de un tema pero las herramientas que le dan no son suficientes para ello. Como corolario a este segundo gran problema, tenemos el hecho de que el profesor erróneamente asume que los alumnos se saben al dedillo aquello que han aprendido los alumnos en las otras asignaturas. Sobre este tema habrá opiniones encontradas, pero las universidades no deberían enseñar sólo mirando a los mejores, sino para que el promedio de estudiantes que hayan aprobado, hayan aprendido.

El tercer gran problema es un muy bajo de interés por parte de los docentes. Un caso personal, es por ejemplo que en la asignatura que he estado dando como profesor asistente, mis alumnos no realizaban el análisis de errores hasta mediados de curso. Cuando le pregunté al profesor titular por qué no hacían esa clase antes y así los informes quedaban más completos. Sin análisis de errores, un informe de laboratorio es una forma muy adornada de enseñar el resultado obtenido al profesor, para que os hagáis a la idea de la importancia de aprender a hacerlo lo antes posible. ¿Su respuesta? El profesor de antes lo hacía así y no se le había ocurrido cambiarlo. Así de simple, así de estúpido. Yo creo que parte del problema sale de la falta de una verdadera vocación como enseñantes, quizá sea una cuestión de dinero o por obligación institucional, o porque no ven que los alumnos tengan interés en aprender, no lo tengo claro.

El cuarto gran problema es la falta de calidad de enseñanza. Profesores del mundo, permitidme un mensaje de parte de todos los estudiantes del mundo: Las diapositivas de power point aunque pueden ser una buena herramienta en general no sirven para que el alumno aprenda más, sólo para que el profesor sienta que ya ha hecho el trabajo, pero es que tampoco sirve de nada copiar los apuntes de la asignatura del cuaderno a la pizarra como método docente. Enseñar es algo más, es conseguir que el alumno se interese de un tema a priori aburrido. En el máster tuve un profesor que daba una de las asignaturas más importantes para el área de la física de partículas, teoría cuántica de campos. Sus clases a menudo empezaban diciendo: ”Bien, vamos a coger esta fórmula del otro día y vamos a ver qué sacamos de ella desarrollándola”, lo cual desde la perspectiva de un físico teórico puede tener muchísima lógica, imagino que históricamente muchos teóricos sacarían así sus conclusiones, pero desde la perspectiva del alumno es no sólo aburrido sino desmotivador. Una asignatura debería ser enseñada siempre siguiendo un esquema de objetivos y consecuencias en cada uno de los temas y subtemas, el profesor debería tenerlo totalmente claro y transmitírselo al alumno. Ya no hablo de programación de los cursos, ni nada más complejo, hablo simplemente del aspecto más básico de la docencia: saber qué vas a enseñar y por qué, y transmitírselo al estudiante

El quinto gran problema es que los profesores universitarios en general no aprenden nada sobre pedagogía, enseñan por intuición como el que da clases de piano porque ha ido al conservatorio, pero saber mucho no implica saber enseñarlo. ¿Cómo esperamos tener buenos profesores si no les pedimos que acrediten nada al respecto? Hacen cursillos y demás, pero a menudo la experiencia se vuelve incluso negativa y sólo sirve para que malos docentes se escuden en métodos pedagógicos aprendidos cuando reciben quejas. De nada sirven métodos de enseñanza complejos cuando hay tanta falta de organización tanto por los docentes como por el jefe de estudios.

Sé que hace bastante que no escribía, pero quería desahogarme de algo que lleva mucho tiempo carcomiéndome. 

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Muy interesante bro, te lo meneo :)
Tarambana ha dicho que…
Totalmente de acuerdo con lo que planteas.
Además veo otro problema con la docencia en el ámbito universitario: está muy poco incentivada. Todos los profesores quieren destacar en investigación porque cuanto más investiguen y más artículos publiquen, más prestigio ganan (bueno, y también por vocación, jeje). Sin embargo no hay premios al buen profesor, al que enseña bien, al que hace que sus alumnos aprendan y se interesen. Tal vez haya que pensar una manera de "animar" a los profes para que se esfuercen más en la parte docente de su trabajo.

Además, en carreras de ciencias, la docencia ordenada y sistemática es especialmente importante. Eso de dar los conocimientos por sentados me parecen el primer síntoma de un mal profesor. Creo que un buen docente debería hacer siempre breves resúmenes o demostraciones de lo que va a explicar en cada clase. Aunque sea una clase de matemáticas avanzadas de un master complicadísimo para gente brillante, no estaría de más dedicar unos segundos a refrescar la memoria de los estudiantes hasta sobre la tabla de multiplicar si es que la van a necesitar para la materia de ese día.
Demóstenes ha dicho que…
Totalmente de acuerdo con lo segundo. Sobre la incentivación, creo recordar que los formularios de evaluación servían para determinar si recibían una subida de sueldo, pero lo mismo me equivoco, eh. Aún así, la incentivación no debería ser más dinero, debería ser enseñar bien... no? xD

Aunque bueno, teniendo en cuenta que lo mismo acabo de enseñante, que incentiven, que incentiven.
Hola Demóstenes, me identifico con tu planteamiento paradigmático, lo cierto es un proceso de admisión docente universitario que adolece de calidad intelectual y académica, el requisito sine quanom: la didáctica universitaria bajo el enfoque andragógico: un adulto enseñando a otros adultos, discrepando respetuosamente de tu postura pedagógico orientado a niños y adolescentes. Un saludo desde Lima, Perú. Mg. Esther Noemí Valladares Olivares. 27/12/2015
Demóstenes ha dicho que…
Claro, reconozco que enseñar en otros bloques de edad sería distinto, por eso me he querido limitar a la universidad, donde se supone que los alumnos van por pura motivación y no por obligación, y que esperan aprender con cierta profundidad.

¡gracias por tu comentario, Esther!

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